La comisión que desempolvó el traje negro en la Ofrenda

La foto viral de la JCF con la indumentaria en desuso la protagonizó una falla de Mislata en su 50 aniversario

Moisés Domínguez | @moissdomingue15

Una de las fotos más comentadas de cuantas ha publicado la Junta Central Fallera y que más debate -como tantas veces, desbocado- fue una imagen de seis falleros luciendo el traje negro «de fallero» durante la Ofrenda. Se trataba, además, de cinco presidentes y un directivo (por el color del fajín), con lo que era fácil imaginar que se trataba de una comisión que celebraba aniversario. Y así es: los protagonistas de la inusual imagen con el actual presidente y ex presidentes era la comisión de Felipe Bellver-Madre Rafols en la ofrenda del cincuentenario. La comisión ya había adoptado el traje para algunos de los actos conmemorativos, como la gala del aniversario (celebrada antes de la pandemia). En el que alguno de los protagonistas tuvo que «entrarse» la ropa, que ha caído en desuso en las últimas décadas. El traje negro aún puede verse ocasionalmente en las comisiones masculinas. Se trata del «uniforme» instituido hace más de medio siglo para sustituir al traje de chaqueta y, de esta forma, reivindicar el carácter de «fallero» al hombre que lo llevaba. En el último tramo del Siglo XX, el empleo de esta indumentaria cayó el picado, siendo incluso denostada. Unas críticas que, por contra, no reciben algunas fórmulas de indumentaria «tradicional», como el combo camisa-chaleco-pantalón a rayas, que posiblemente, no sea menos aberrante. El traje negro todavía se conserva en algunas liturgias. Por ejemplo, los hombres de Dr. Peset Aleixandre-En Guillem Ferrer lo lo desempolvan todos los años en la entrega de premios. O la falla Sant Antoni de Paiporta lo usó este año en homenaje a un fallero fallecido. Pero, por ejemplo, hasta los miembros de organización de la JCF en la Ofrenda lo abandonaron años atrás, cuando se lo ponían precisamente para distinguierse como servicio de orden. Es, en cualquier caso, un traje en vías de extinción, que quedará para exposiciones etnológicas o para alguna ofrenda de aniversario.